LA VUELTA AL COLE NO ES IGUAL PARA TODOS

Libros, cuadernos, uniformes… aspectos que caracterizan el inicio de la vuelta al cole para muchas familias, aunque la realidad de muchas otras es más bien distinta. En estos últimos años los factores que han caracterizado y condicionado esta etapa de vuelta al cole han sido la pobreza infantil, el fracaso escolar y el riesgo de exclusión social. Realidades opuestas a las que estamos acostumbrados a ver en las campañas publicitarias de “vuelta al cole” de las grandes superficies.

Actualmente, más de 2,5 millones de niños son pobres en España, situándose así nuestro país entre los países con mayor tasa de pobreza infantil (30,1%) de la Unión Europea. Este gran factor condiciona que muchos niños y jóvenes se vean obligados a abandonar de forma prematura su educación para ayudar de forma económica a sus familias. España, presenta una tasa de abandono escolar prematuro de un 18,3%, concretamente las Comunidades Autónomas que muestran cifras alarmantes de abandono escolar prematuro son; Baleares (26,5%), Andalucía (23,5%), Murcia (23,1%) y Castilla La Mancha (22,1%).

Al mismo tiempo, estas Comunidades Autónomas presentan altas cifras de pobreza en sus territorios; Baleares (14,1%), Andalucía (28,5%), Murcia (25%) y Castilla La Mancha (25,1%). Esta información demuestra que muchos son los hogares que se ven forzados a elegir entre las necesidades escolares básicas de sus hijos y sus gastos cotidianos como el alquiler, la luz o el agua que ya ahogan sus ingresos mes a mes.

Si bien es cierto que la pobreza es el mayor de los condicionantes de esta etapa escolar, el riesgo de exclusión social llega a niveles tan desorbitados que llega a condicionar los resultados académicos de los más jóvenes. En nuestro país 9 de cada 10 jóvenes en riesgo de exclusión social ha repetido al menos un curso escolar. Es decir el 92,4% de estos jóvenes ha repetido curso, cuando en la población general es de un 28,7%. El 76,9% de ellos no recibe ningún tipo de ayuda económica frente al 23,1% restante que sí las recibe. Normalmente, este tipo de ayudas suelen concederse por motivos académicos por lo que con la repetición del curso escolar este acceso se hace cada vez más imposible.

A nivel nacional, la tasa de exclusión social se sitúa en un 25%, lo que equivale a 11,8 millones de personas. Esto nos muestra la cruda realidad de España, en la que los hijos de los hogares vulnerables, los que menos medios tienen para estudiar, son mucho más propensos al fracaso y al abandono escolar. La pobreza hace que la brecha social afecte hasta los más pequeños.

Sin duda la etapa de “vuelta al cole”, cada vez más digitalizada, se ha convertido en una de las fases más decisivas para nuestros hogares. Tras la digitalización de las clases por la crisis derivada del COVID-19, muchos niños han dejado de seguir el ritmo corriente de las clases y sufren el riesgo de no alcanzar las competencias educativas básicas al no tener un fácil acceso a internet y a las nuevas tecnologías. Tanto es así que 2 de cada 3 niños en el mundo en edad escolar no tienen conexión a internet (1.300 millones de personas entre 3 y 17 años).

Lo parezca o no el gasto anual medio de la vuelta al cole por hijo es de unos 1.937 euros, una cifra muy difícil de asumir para muchas familias. Con la continuada subida del precio de los medios básicos de vida; la vivienda, la luz, la alimentación… los salarios de los hogares no dan abasto. Cada vez son más las familias que sufren por poder afrontar la etapa de “vuelta al cole”, por ello desde el Banco Obrero iniciamos nuestra propia campaña de vuelta al cole para proporcionar productos básicos y apoyo económico a todos los hogares. La vuelta al cole no es igual para todos, aún hay que luchar por conseguirlo.